Todos los días se lava una gran cantidad de dinero en todo el mundo, ya sea proveniente, del crimen organizado, grupos terroristas, la mafia o un político corrupto, cualquiera de ellos necesita blanquear el dinero que obtienen por sus actividades ilegales. América Latina es una de las zonas más afectadas por el lavado de activos y la financiación del terrorismo, delitos que amenazan a las entidades financieras.

Las millonarias cifras provenientes del lavado de activos en la región de América Latina se disfrazan de viviendas, hoteles, carros, almacenes, casinos, bares y otros negocios para blanquear los dólares en entidades bancarias y pasar desapercibidos para las autoridades.

En los países de la región, los gobiernos empezaron a regular el sector financiero, mercado bursátil, casinos y las exportaciones, pero aún hay un vacío en el sector real de la economía, por lo que se busca que las empresas más grandes del país tengan la misma regulación.

El lavado de dinero es un conjunto de actividades que realizan las organizaciones criminales para dar apariencia legal al dinero obtenido de forma ilícita.  Frente a ello, la formación preventiva es vital, pero es necesario conocer el proceso y etapas principales del lavado de dinero.    

Etapas del lavado de dinero

También conocido como etapas del blanqueo de capitales o lavado de activos, es cuando una organización criminal tiene dinero en efectivo a granel y quiere insertarlo en el sistema financiero, estos planes de blanqueo de capitales varían en cuanto a su complejidad y métodos. Pero existen tres fases comunes que utilizan las organizaciones para obtener éxito en sus operaciones de blanqueo.    

Colocación: En esta etapa, el delincuente se libera de poseer grandes cantidades de efectivo, para ello, utiliza la etapa de fraccionamiento o transformación, en la que estructuran las transacciones en efectivo, de manera que la cuantía sea pequeña en el sistema financiero legítimo. Así pueden evitar los reportes pertinentes, algo que se conoce como pitufeo.

Estratificación, diversificación u ocultamiento: Consiste en separar las partidas de dinero, a través de transferencias internacionales, usando distintos actores de la economía legítimos, moviéndolo a través de la mayor cantidad posible de jurisdicciones, separando el origen ilícito de ese dinero. Esta fase les sirve a los delincuentes, para que en el caso de que se desate una operación contra el lavado de dinero de delitos financieros, les sea más complicado investigar en los diversos sistemas judiciales, los criminales tienen la intención de dificultar a las autoridades el rastreo documentado, la fuente y la propiedad de los fondos, es decir, busca desdibujar la transacción original. Por ello, hacen operaciones en el exterior, en países con poco control en el lavado de activos.

También inventan mecanismos para legalizar el ingreso de divisas al país, para ello, se valen de la sobrefacturación de exportaciones o ventas ficticias en el extranjero, también sobrefacturan importaciones para ingresar a sus países mercancía, carros, maquinaria y tecnología, ocultando su procedencia y maquillando el contrabando.  Incluso, usan familiares en el exterior para que parezca que les envían plata y quede como si fueran remesas.  

Integración: En esta etapa final del delito de lavado de activos, el objetivo es sacar el dinero para que pueda usarse sin llamar la atención de las autoridades policiales o tributarias. Para ello buscan estrategias que les ayuden a recuperar esos fondos para hacer usufructo haciendo que parezcan procedentes de una fuente legal. Para ello, los delincuentes buscan que las autoridades no puedan diferenciar entre el dinero legal e ilegal. Aquí, los lavadores logran que su dinero sucio circule completamente en la economía formal convertidos en propiedad raíz, carros y comercio como restaurantes, bares, casinos, prostíbulos que usan como fachada para ocultar operaciones de lavado.

El compliance frente a las fases del lavado de dinero: 

En este contexto, cada vez son más empresas de todo tipo, y entidades financieras que están confiando y demandando la figura del compliance, que al ser implementada ayuda a utilizar buenas prácticas para evitar el riesgo de lavado de activos y la financiación del terrorismo.

Prevenir y mitigar el riesgo de que se produzca financiación ilegal del terrorismo, blanqueo de capitales procedentes de la droga, etc. Estos profesionales deben aprender a manejar controles cada vez más rigurosos, trazando estrategias para cumplir con las regulaciones y hacer una gestión del riesgo más efectiva.

Su papel es desarrollar y mantener la cultura de cumplimiento adecuada, asesorar sobre cuestiones regulatorias, la monitorización del cumplimiento de medidas para cumplir con las próximas regulaciones, y la comunicación con la empresa.

Su función en una empresa u organización es la de tomar medidas si surgen irregularidades, ya sean las preocupaciones de los empleados sobre las sospechas contra el lavado de dinero de los clientes, u otras circunstancias que afectan las operaciones de la empresa.

También tiene la tarea de resolver cualquier problema que pueda dejar a la empresa vulnerable a sanciones y multas. Por eso, es una figura profesional tan relevante y valorada hoy en día.

Países de la región en la lista negra:  

América Latina es una de las zonas más afectadas por el lavado de activos y la financiación del terrorismo, delitos que amenazan a las entidades financieras, razón por la cual los países de la región desarrollaron leyes para evitar una crisis. Sin embargo, el Instituto de Gobernanza de Basilea reporta que aunque la mayoría de los países de América Latina cumplen con las normas para disminuir el lavado de activos y la financiación del terrorismo, se quedan cortos en la aplicación efectiva de esas leyes.

Según el Índice de Basilea Anti-Lavado de Dinero (AML), en la lista negra de los 146 países del mundo con más riesgo de estos delitos, está Paraguay (puesto 16), Bolivia (puesto 23) y Panamá (puesto 30). República Dominicana se encuentra en el puesto 42, y le siguen Nicaragua, Jamaica, Venezuela y Ecuador. Mientras que Chile y Colombia se posicionan en último lugar.

Una de las soluciones que plantean los gobiernos es crear y endurecer aún más las leyes para que los delincuentes dedicados a estas prácticas, no desestabilicen la economía de sus países y es importante que las empresas tengan buenas prácticas para prevenir el lavado de activos.  

 

Fuente: Ealde y Piranirisk

 

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