Las organizaciones hoy en día están más expuestas a regulaciones que requieren transparentar no solo la economía sino el flujo de operaciones entre empresas y entre países. Desde hace algún tiempo, se han venido creando organismos regionales y supranacionales cuyo objetivo es definir un marco normativo mínimo que los países deben cumplir, y, es gracias a esto que en los últimos tiempos los distintos países han decidido tomar cartas en el asunto de los lavados de activos, como por ejemplo El Grupo de Acción Financiero Internacional (GAFI).

Al referirnos al Lavado de Activos, en un concepto común, se podría decir que, es el proceso a través del cual se encubre el origen de los fondos mediante el ejercicio de algunas actividades ilegales o criminales (tráfico de drogas o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, fraude, prostitución, extorsión, piratería e incluso terrorismo).

Generalmente, el objetivo de la operación, se realiza en varios niveles, consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legítimas y circulen sin problema en el sistema financiero.

Los objetivos del lavado de Activos son los siguientes:

  • Lograr una imagen de legalidad a la riqueza obtenida ilegalmente.
  • Eludir la detección y evitar que los fondos sean confiscados por las autoridades
  • Realizar posible las transferencias de fondos alrededor del mundo para gozar y financiar futuras actividades criminales

Para esto el proceso de lavado de activos tiene definida una serie de etapas las cuales son:

Primera Etapa: Consiste en tratar de colocar en el sistema financiero el dinero o legalizar los bienes obtenidos, producto de actos ilegales. Estas grandes cantidades de dinero deben ser rápidamente colocadas en el sistema financiero y/o económico a fin de evitar el escrutinio de las autoridades.

Segunda Etapa: En esta etapa se trata de fraccionar las transacciones en importes más pequeños, esto se denomina pitufeo y lo que intenta es que estas cantidades más reducidas eviten que las mismas salgan en distintos reportes de las autoridades. Por otra parte, el lavador lo que intentará es generar una red compleja y prolongada de operaciones que evite poder rastrear de forma clara el origen de los fondos.

Tercera Etapa: Inversión, Integración o goce de los capitales. En esta etapa final el dinero lavado vuelve al sistema económico disfrazado en este caso como dinero legítimo, las mismas pueden ser desde transacciones de importación y exportación ficticias, préstamos ficticios, facturas por servicios de asesoría apócrifos, etc.

Teniendo en cuenta toda esta información, las empresas, actualmente están obligadas a definir un marco de control interno apropiado que impida que puedan verse involucradas de forma directa o indirecta en estas operaciones.

Fuente: Auditool

 

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