La aceleración digital en los diversos sectores económicos, la utilización continua de diversas herramientas de trabajo digitales, han implicado grandes riesgos, y aunque muchas empresas hayan implementado herramientas de ciberseguridad, es importante contar seguir implementando o evaluando los mismos, para seguir preservando la información empresarial.
El mundo empresarial con la llegada de la pandemia tuvo que adaptar rápidamente el uso de la tecnología, lo que le ha sido de gran ayuda, pero a la vez, le ha permitido evidenciar la gran cantidad de riesgos. En lo que va desde el inicio de la pandemia, en Latinoamérica se presentó un incremento del 139% en el número de transacciones inusuales (sospecha de fraude), lo que exige un gran esfuerzo en su detección y contención por parte de las empresas.
Cabe mencionar que, desde el inicio de la pandemia, se detectó un crecimiento constante en la actividad de los usuarios de las entidades bancarias, con un promedio del 13% con respecto al mes anterior. En cuanto al análisis transaccional, se evidenció un aumento mayor al 100%, tanto en la actividad de usuarios finales como en transacciones analizadas.
Un estudio realizado por Appgate en Latinoamérica, revelo que, las instituciones que integraron estrategias de autenticación basada en riesgo (RBA) o que simplemente tuvieron esquemas de validación adecuados salieron mejor libradas, que aquellas que aún están en proceso de definir su estrategia de protección. Además, los intentos de fraude electrónicos se han incrementado durante el segundo trimestre del año en un 24% y en el tercer trimestre, se produjo un aumento adicional del 18%.
Los ataques de uso no autorizado de marca con fines fraudulentos también se han incrementado, destacándose la creación de sitios web que inducen a los usuarios a contactar un número telefónico, en el que se ejecuta el fraude. Las cifras de phishing subieron al 38% durante los últimos tres meses. Las conexiones realizadas desde sitios clonados de páginas legítimas y que, por esta razón, son sospechosas de phishing subieron 254% en abril y, 304% y 37% en julio y agosto respectivamente.
Frente a este nuevo panorama es importante tener en cuenta que se aproximan nuevos retos en el tema de ciberseguridad post pandemia, por lo que a continuación se mencionan algunas recomendaciones:
1.- Contemplar la nueva realidad: A más cantidad de usuarios y dispositivos conectados desde cualquier sitio, mayor será el riesgo asociado a fraude electrónicos y ciberataque. Es importante tener en cuenta que la poca planificación, cultura cibernética y escasa inversión en ciberseguridad traerá consecuencias tecnológicas devastadoras.
2.- Crear estrategias de monitoreo y reacción: Es importante establecer un adecuado análisis de amenazas que incluyan inteligencia, controles, y que tengan en cuenta contextos y sobre todo, la flexibilidad del negocio del cibercrimen y de las nuevas realidades serán una necesidad mayúscula para el sector.
3.- La ciberseguridad es la prioridad: más que nunca, las empresas tienen que incluir en el ADN de su organización la seguridad informática, sin importar el tamaño o el nicho del mercado al que pertenezcan.
Es conviene al mismo tiempo recordar algunos aspectos básicos para no caer en errores de seguridad que cuesten caro a la compañía. Para ello, los empleados que trabajan fuera de la oficina deben revisar las contraseñas para garantizar que son robustas; tener cuidado con la suplantación de identidad (phishing) que les llega mayormente por correo electrónico; proporcionar seguridad a los dispositivos mediante antivirus y otras soluciones y finalmente, asegurarse de que la red Wifi a la que se conectan es la correcta.
Fuente: Redseguridad