Philip Acton actual asesor de DreamStart Labs Inc , un galardonado proveedor de tecnología de banca digital para grupos de ahorro, recientemente publicó un artículo, en la que inicia diciendo “Al ver «Inside Bill’s Brain», una serie documental de Netflix, me llamó la atención el enfoque de Bill Gates sobre las nuevas ideas de desarrollo. Lo importante al pensar en un problema, dice, es buscar una solución con un impacto de siete o diez veces”, lo que para él se interpreta como: «optimización», sin embargo lo ve más allá, preguntándose sobre el propio problema de optimización de las microfinanzas.

Lo que Philip Acton quiere decir es, ¿cómo las microfinanzas se vuelven radicalmente más eficientes sin perder lo que las distingue? “Su distinción es su enfoque en el bien social y el intento de mejorar y, de hecho, transformar vidas. Por eficiente, me refiero a la capacidad de entregar a una escala significativa, pero a una fracción de los costos de entrega actuales”.

Sin embargo, para Philip el digitalizar no es suficiente, “Como alguien que trabaja para digitalizar grupos de ahorro, me preocupa que muchos vean la digitalización, en particular la digitalización de la forma actual de hacer las cosas en las microfinanzas, como la respuesta a este problema de optimización”. Pero para él eso no sería lo correcto, ya que considera que la verdadera optimización debe ser más que una simple sustitución de arriba hacia abajo de los procesos y metodologías existentes con sus equivalentes digitales. 

Acton indica que, aunque la digitalización puede parecer que genera un progreso con una reducción significativa de los costos, es posible que se pierda una oportunidad mayor. “No me malinterpretes: por supuesto, un menor costo y un servicio más rápido para los clientes es una victoria. Es más óptimo. Pero, ¿es lo suficientemente grande como para lograr una verdadera optimización con un impacto actual de 7x o 10x? No lo creo.”

Existe un segundo elemento vital para lograr la optimización, lo que significaría adoptar un gran cambio en la forma en que se organiza el trabajo y las personas que realizan ese trabajo. “Esta es la revolución de la autogestión y las microfinanzas están en peligro de perderse”. 

Al hablar de la autogestión, Acton hace referencia a la gestión del propio trabajo, como los artesanos que realizan sus propios trabajos durante milenios, y millones todavía lo hacen, algunos incluso son clientes de IMF. “Lo que es diferente es el énfasis en desarrollar la autogestión a escala. Un número creciente de empresas en todo el mundo ha demostrado que es posible, como Haier, un fabricante chino de electrodomésticos con 70.000 empleados” indicó.

¿Cómo es la autogestión en una gran empresa? Cada organización tiene un modelo ligeramente diferente. Pero detrás de la variación en la estructura organizacional, hay una única intención: permitir que su gente haga lo que mejor saben hacer, en equipos lo suficientemente pequeños como para ser importantes, pero lo suficientemente grandes para servir. Por ejemplo, en Buurtzorg, los 1000 equipos de personal están completamente autoorganizados y se encargan de todo el proceso de atención médica. Entre otras tareas, aceptan nuevos clientes, planifican su propio trabajo, brindan atención a sus clientes y contratan nuevas enfermeras para el equipo. Hay una pequeña sede de unas 50 personas para apoyar a las enfermeras de primera línea. El modelo proporciona libertad con responsabilidad, diseñado para acercar a los empleados lo más posible a “sus” clientes.     

En el caso de las microfinanzas surge la pregunta ¿Cómo se aplicaría la autogestión para ellos? Para el especialista, su relevancia es el doble y explica que “Primero, apoyar a los clientes que se organizan a través de Grupos de Ahorro. Esto es autogestión en acción. Por supuesto, muchos grupos, pero no todos, necesitan apoyo para ponerse en marcha y, a veces, para permanecer juntos. Más allá de eso, el soporte incluye proporcionar las herramientas digitales adecuadas para digitalizar el mantenimiento de registros, registros de miembros, cálculos de reparto y metas de ahorro, así como brindar educación financiera. Y en el siguiente nivel, se trata de brindar nuevos servicios digitales para expandir la utilidad del grupo a sus miembros”. Frente a ello Philip menciona servicios como enlaces bancarios, gestión de liquidez, calificación crediticia, desarrollo de nuevos productos y productos de ahorro a largo plazo, todo aquello para respaldar a los grupos de ahorro autogestionados.

En segundo lugar, la integración de la autogestión como principio organizativo ayudará a las IMF, a ser más eficientes, ofrecer un mejor servicio y mejorar la moral del personal. Para ello el personal debe trabajar de manera diferente, saliendo de las rígidas jerarquías de antaño. Desde la autoridad centralizada y basada en reglas hasta la toma de decisiones distribuida donde los equipos locales atienden a los clientes locales de la manera que ellos diseñan, y luego comparten las recompensas por hacerlo bien. Para Philip Acton, este modelo sí puede funcionar en servicios financieros. “Con el nuevo enfoque implementado, las herramientas digitales pueden permitir que el personal de primera línea brinde a los clientes a gran escala”.

Finalmente, Philip Acton ofrece la que denomina la “solución 10x” en la que explica que si se reforman las organizaciones para implementar el enfoque de autogestión y luego agregar las herramientas de digitalización, se estará encaminando adecuadamente para resolver el problema de optimización en las microfinanzas. “Mantenemos el foco del sector en el impacto social y la transformación de vidas, al mismo tiempo que aumentamos radicalmente la eficiencia, lo que nos permite multiplicar exponencialmente el impacto. Llámelo la respuesta al desafío de optimización de las microfinanzas, una revolución organizacional o, para decirlo de manera más simple, una solución 10x” puntualizó.

Fuente: Findevgateway

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